viernes, 7 de diciembre de 2012

Epílogo



Las 67 entradas que forman este blog constituyen una representación de la puesta en práctica de la mayor parte de recomendaciones del libro. Recientemente agregué al título "Diario de una transformación", ya que es lo que ha supuesto para mi Yo, la lectura y la práctica consciente en mi día a día. 

Auto-disciplina, auto-crítica y auto-perdón han sido necesarios para esta transformación que no doy por terminada (al contrario) pero que continua mas ligera de equipaje.


Saludos




sábado, 24 de noviembre de 2012

Comunicación adolescencia


Pablo, mi hijo mayor de 14 años, que reside en Barcelona con su padre, ha venido a casa este fin de semana. Lo recogimos muy ilusionadas Magdalena y yo en el aeropuerto. Cada vez está mas alto, mas guapo..Que delgado estás hijo! le dije yo... en fin, todas esas cosas que decimos y pensamos las madres.

Una vez llegamos a casa, ellos dos se pusieron a jugar como suelen hacerlo, a grito pelado. Con una diferencia de edad de 11 años, y siendo el mayor un varón y la pequeña, una delicada flor, uno podría pensar que el juego pueda suponer un esfuerzo para el grande. En su caso, y si una servidora supera algunos prejuicios y se limita a disfrutar de verlos, la interacción es muy curiosa y beneficiosa para los dos. Gritan, se enfadan pero sobretodo rien. Y esto, para cualquier padre, es la mejor de las melodías.

Pasado el habitual rato compartido, cada uno nos dedicamos a lo que nos apetecía. Pablo subió a jugar a la Play, Magdalena se fue con su papá a la sala de juegos del pueblo y yo empecé a preparar todo para encender la chimenea. No era una tarde especialmente fría pero habíamos pactado previamente ver juntos su serie favorita ( La que se avecina) y me dije yo que ese "sacrificio" tenía que ir acompañado de su beneficio.

Cuando preparo la chimenea siempre conecto con mi madre que falleció hace poco mas de un año: Francisca. Era una mujer con una coraza muy dura, misma que vi desvanecerse en sus últimas semanas de vida. No se escandalicen, por favor, si digo que en su último mes de vida es cuando me sentí mas unida a ella. Acarreaba yo mi macuto de culpas y presiento que no era la única.

Reviví ayer, sin dolor ni nostalgia, las sensaciones que tenía cuando iba a verlos a Mallorca y descubría que mi madre había preparado mi cama y cocinado mis platos favoritos. La observaba organizar dentro de la chimenea los tronquitos de menor a mayor y me preguntaba interiormente cosas sobre ella y mi padre, sus vidas, si eran felices, si me extrañaban o si estaban orgullosos de mi. Apareció Pablo en lo alto de la escalera y sonrió. Me pregunté cuáles serían las preguntas que se haría él sobre mi y mi vida.
Esa misma mañana había escrito un post sobre ser un refugio para nuestros hijos y tenía serias dudas de serlo para Pablo. Se sentó a mi lado, delante del fuego e hizo la broma de tirarle unas patatas fritas campesinas rancias que estaba en la cocina desde la última vez que vino. Nos reímos. Notaba que me miraba. Yo pensaba que me gustaría que fuéramos capaces de hablarnos y preguntarnos cualquier cosa, sin temor a nada, sin tabues.
Me preguntó si lo que estaba pensando era triste.
Soy consciente, porque me lo han dicho muchas veces, que mi expresión se vuelve muy seria a veces. Conmovida por saberme observada por mi hijo adolescente,  recordé ese muro que me separaba de mis padres, consciente de que a todos nos dolía. En honor a ella decidí obviar el muro y descubrí que no era mas que una ilusión.

Me oí a mi misma preguntarle algo que ni siquiera me había planteado ni remotamente

"Cuando me imaginas aquí en Gerena, ¿Sientes pena?"

Con expresión sorprendida pero sobretodo aliviada de poder sacarse la espina dijo:

"Si, me siento culpable de haberme ido de nuevo a Barcelona"

Lo que vino luego es asunto nuestro ( disculpenme ).  Lo que me parece realmente importante y motivo de escribir este post es que el cambio, en el área que sea, está disponible en cualquier momento.

No quiere decir que ahora nos vayamos a contar todo. No lo espero ni deseo. Pero se que este momento de conexión que hemos tenido es parte de este refugio que pretendo ser.

Salud y risa.




viernes, 23 de noviembre de 2012

Rechazo y miedo al rechazo



Si me pongo a pensar en un día cualquiera con mi hija pequeña, me vienen a la cabeza bastantes situaciones en las que podría sentirse rechazada. En algunos casos, reconozco que existe el rechazo por mi parte y en otros probablemente ella lo perciba como un rechazo sin que ni siquiera yo me de cuenta. 

Por poner algunos ejemplos...

Cuando hace una rabieta.
Cuando trata mal a alguien.
Cuando demanda mucha atención y mi mente danza por los cerros de Ubeda y no logro traerla de vuelta a casa.
Los días en que los adultos, muy poco acertadamente, decimos: "Hoy tiene un día tonto"

Otros casos...

Cuando estoy enganchada a internet y le digo "Ahora voy" y pasan mas de 5 minutos.
Cuando me pide para jugar a casitas y lo retraso el máximo posible para ver si se le olvida.
Cuando necesita mimos y no lo se ver (o no lo quiero ver)
Cuando le quito de la mano algo, cosa que no le haría jamás a un adulto.
Cuando me pide que la mire y solo MIRO 
Cuando la corrijo bruscamente
Cuando no la abrazo y beso lo suficiente
Cuando la interrumpo
Cuando no me pregunto a mi misma honestamente si estoy cubriendo sus necesidades emocionales.

Que lea libros sobre crianza e incluso escriba este blog no significa, ni de lejos, que hago las cosas correctamente. Significa que quiero hacerlas bien pero puedo caer en el error de pensar que YA lo estoy haciendo bien...y esa el la trampa.

La validación y el control de los pensamientos automáticos son herramientas que propone la autora para la primera lista y para la segunda lista no hay de otra que estar, jugar, ser, sentirla.

Un niño que se siente rechazado puede llegar a crear una coraza en cierto momento de su vida para dejar de tener ese sentimiento y sobrevivir. Está claro que en cuanto el niño empieza a relacionarse con otras personas en el colegio no vamos a poder evitar que tenga estas vivencias. Pero, ¿Y si nos convertimos en su refugio? Un oasis donde siempre se sienta aceptado, respetado, considerado y amado incondicionalmente. Sabedor de que existe este refugio siempre disponible con su chimenea encendida, probablemente pueda enfrentarse mejor a los rechazos que vengan del mundo exterior. 

La coraza que creamos cuando nos hemos sentido rechazados de pequeños es tan sólida que te llegas a olvidar de que tu mismo la creaste para protegerte del mundo. He ido por la vida de dura, de autosuficiente, de super segura de mi misma, de soberbia, cuando en realidad lo que había debajo era un miedo atroz de ser rechazada. A veces la vida te regala lecciones que traen en un paquetito una herramienta como la que se usa cuando nos quitan el yeso de una pierna. Lo que estoy descubriendo debajo es una piel rosada, muy sensible...el vello se me eriza con facilidad...de ahora en adelante la protegeré de otro modo, una chaquetita de cashemer namá!

Hoy no me queda de otra que solicitar inspección del refugio que le ofrezco a mis hijos. Llamaré al lobo feroz, sin duda el mejor en esto. Y si lo tumba, ¿Pues está claro no? habrá que ir al polvero y cargar de ladrillos la carreta.

Buen fin de semana.






miércoles, 21 de noviembre de 2012

Envidia y niños



Hoy se ha repetido un hecho que ya en su momento me dejó a cuadros (Ein?!) y como ahora son las situaciones que se me van presentando las que definen el blog, pues ha tocado investigación sobre el tema de la envidia ( eclipse jodío!)

Resulta que estábamos pintando cada una un dibujo compartiendo un rato que suelo tomarme en serio ya que aprovecho para recuperar mi ratito de infancia y  me abstraigo por completo. De repente, Magdalena ha empezado a pintar en mi papel, no precisamente con la intención de hermosearlo, mas bien lo contrario. Como he dicho, no era la primera vez. La he mirado y he visto su expresión, no había duda...la sombra de la envidia se dibujaba en su carita. Me he atrevido a preguntarle: "¿Quieres estropear mi dibujo porque te parece mas bonito que el tuyo?" y me ha contestado un rotundo SI. No parecía orgullosa de lo que había hecho, en absoluto, creo que no lo había podido evitar. Solo se me ha ocurrido añadir que era normal que mi dibujo fuera mas "bonito" porque yo era mas grande y había practicado mucho. Podría haber dicho que su dibujo era precioso, incluso mas que el mío, pero en mi opinión hubiera sido un insulto a su inteligencia. Ella ha envidiado mi capacidad de plasmar una realidad figurativa que todavía escapa a sus inseguros trazos.  Se ha quedado conforme con lo que le he dicho y hemos continuado, cada una en su papel.

Una de las definiciones de ENVIDIA que he encontrado es: "La percepción del bien de una persona provoca un sentimiento negativo de malestar, rabia o tristeza. Con frecuencia se considera a la otra persona como culpable de ese malestar, humillación o desdicha"

He leido que la envidia infantil es mas sana pues los niños carecen de los recursos para obtener lo que desean y dependen de sus padres y representantes. Así que la envidia que ha sentido mi hija es comprensible ya que por su temprana edad no ha alcanzado un dominio de la técnica ni mucho menos de la motricidad fina.

¿Y que pasa con nosotros? ¿Sentimos envidia? ¿Cuando decimos envidia sana es realmente sana?

Parece ser que hay confusión con las palabras que utilizamos para identificar algunas emociones, creo yo, por lo mucho que nos cuesta aceptar que las sentimos ( Hello...sombra aquí y sombra allá..maquíllate, maquíllate, un espejo de cristal, y mírate , y mírate )

A veces, cuando decimos envidia sana queremos decir admiración, anhelo...¿nos quedamos mas tranquilos?

¿Quién se apunta a un striptease emocional?

SI, he sentido alguna vez envidia, de la buena y de la mala. Quiero pensar que pocas veces esa emoción ha activado algún mecanismo que haya podido dañar a alguien..si acaso, a mi misma. Pero recuerdo sobretodo cuando tuve una depresión que todos me parecían mas que yo...incluso las videntes del teletarot que salían en la tele! ustedes me perdonen pero es que en el infierno uno se hace muy chico.

Dicen que a veces la llamamos sana ya que nos avergonzamos de sentirla y no podemos aceptarla en nuestros abanico de emociones. pero, ¿Y si la utilizamos para ver las necesidades que nos está mostrando?

Al leer sobre esto me he acordado de un articulo de una metáfora sobre los espantapájaros. Decía algo así como que si el pájaro superaba el MIEDO que le provocaba la presencia del espantapájaros, el MIEDO se convertía en MEDIO para conseguir su objetivo: saber donde estaban enterradas las semillas.

En el caso de la envidia, si analizamos el hecho que nos ha causado esa emoción, podemos aceptarla y conocer en que área sentimos ese "No tener" : lo material, el éxito profesional, lo físico, el amor...y con ese conocimiento podemos marcarnos objetivos e incluso tomar como referencia e inspiración ( si lo merecen) a dichas personas. Durante un tiempo mi "envidia" a San Francisco y Santa Teresa me motivaron a controlar mis impulsos egoístas y a fomentar mi solidaridad ( bendita envidia!)

Y parece que siempre acabo en el mismo concepto de siempre: AUTOESTIMA.  Esa autoestima que, como padres responsables de traer una criatura al mundo, tenemos la obligación de potenciar en nuestros hijos con kilos..que digo, toneladas de amor, cariño, atención, abrazos, besos, tiempo, PRESENCIA PRESENTE.

Y para terminar tengo que reconocer que me han entristecido mucho algunos artículos que hablan de la envidia y de los envidiosos como seres viles. Me imagino a mi leyendo esos artículos cuando estaba deprimida y me hubiera hundido en la miseria. Todos los que en algún momento hemos sentido envidia de la mala, malísima, hemos sido niños inocentes y las circunstancias a veces nos han llevado por el otro camino. No estoy para nada justificando los actos de mala fe que una persona pueda provocar por la envidia; debemos hacernos responsables de nuestros actos. Pero es verdad que si reconocemos en nosotros mismos estas emociones, nos resultará mas fácil perdonar y aceptar los errores de los demás.  Creo que la envidia desaparece o se equilibra en cuanto la persona mejora su autoestima.

Dicen que si la envidia tiñera, el mundo estaría lleno de tiñosos.

y quien  no esté de acuerdo que tire la primera piedra.

P.D: Es la única foto que he encontrado con el espíritu que quería trasladar a este post, el resto son vía directa a víctima-verdugo.

El artículo del siguiente enlace me ha ayudado en mi striptease emocional.

www.soymanitas.com/iexiste-la-envidia-sana






domingo, 18 de noviembre de 2012

Abrazar la sombra


Si abrazamos nuestra sombra, aprendemos a convivir con ella sin culparnos y la mantenemos a raya a través de la auto-observación y la paciencia, podremos abrazar la sombra de nuestros hijos...Abrazar la sombra pasa primero por descubrirla, mirarla, que te asquee, intentar taparla de nuevo ( ya no te lo permite), aceptarla, comprenderla, amarla, aceptar que te va acompañar toda esta vida y supongo que acabamos abrazándola con humor.

Creo que estoy en la fase de aceptarla y pienso llegar a abrazarla. 

Reflexionando sobre este tema en relación a la crianza, pienso que casi todo lo que propone Naomi Aldort tiene este objetivo, no se si consciente o inconscientemente. Los pensamientos automáticos que no nos permiten atender a nuestros hijos cuando nos necesitan en sus explosiones emociones, tienen directa relación con nuestra sombra. Cuando nos habla del odio entre hermanos, está hablando de la sombra de nuestros hijos...

La sombra nos hace sufrir pero nos enseña mas que la luz.

Buscando artículos que me ayuden en el proceso he encontrado este que me ha gustado especialmente, de nuevo de Laura Folleto en su blog abrazarlavida@blogspot.com.es

¿Reconoces el Valor de tu sombra?

¿Qué es lo que más odias de ti? ¿Qué es lo que más te gustaría lograr? Aunque no lo creas, esas dos cosas están íntimamente unidas. Esos aspectos tuyos que no soportas, que te traen dolor o vergüenza, que deseas ocultar, que te hacen tropezar mil veces con la misma piedra son la clave para movilizar la plenitud dentro de ti.

Las partes que constituyen la Sombra son lo no reconocido por nuestro Ego. Como miembro de una familia y una sociedad específicas, escogemos y editamos qué partes mostraremos y reforzaremos, de acuerdo a un ideal de nosotros y del mundo que creamos mayormente en la niñez y adolescencia. Lo que no tiene que ver con ese ideal es negado y rechazado. Es obvio inferir la lucha continua que sostenemos en nuestro interior, con la consiguiente pérdida de energía y satisfacción que esto demanda.

Como en la dualidad hemos asignado a la Sombra/Oscuridad una cualidad negativa, (en lugar de verla como lo que no está en la Luz), tenemos miedo de explorar lo que se oculta de ella. Así, cuando más buscamos la Luz, más pesada se hace la oscuridad. Cuando aceptamos esas partes que nos hacen intrínsecamente humanos, que son comunes a todos, entramos en un proceso de despolarización y armonía y sanamos esa división entre el Ego y el Ser.

Es interesante observar cómo nos esforzamos tanto en negar ciertos aspectos que la idealización ha catalogado de “malos”, en búsqueda de ser “buenos”. Carl Jung preguntó: “¿qué deseas ser: completo o bueno?”. Cuando perseguimos la supuesta bondad sin advertir la fuerza de lo oculto, terminamos siendo “buenudos”, ingenuos, temerosos de lo que se oculta en nosotros (y, por eso, víctimas de lo que tememos). La Sombra tiene un poder asombroso frente a esa versión paliducha que nos vende el Ego.

Cuando accedemos a examinar algún aspecto negado, lo primero que nos sorprende es la gran potencia que tiene. Parte de ella nace de la resistencia que hemos puesto en evitarla y de la consiguiente persistencia que conlleva. Al aceptarlo, se disipa naturalmente. Gran parte es la energía de los Niños Internos que lo han creado.Nuestros padres probablemente rechazaban ese aspecto en particular o nació de un determinado acontecimiento o de algunos mandatos.

Lo cierto es que, detrás del aura de lo malo/rechazado, se esconde el más grande regalo. Cuando atravesamos esa aparente oscuridad, emergemos a la luz que espera ser descubierta. ¿Qué hay en esa envidia que te carcome? La posibilidad de lograr tú eso que deseas del otro. ¿Encubres tu inseguridad? Encuentra la confianza en ti mismo. ¿Alardeas y empujas? Saca el liderazgo para tu propia vida. ¿Temes no ser suficiente? Haz lo que tu corazón anhela.Una vida integral implica el reconocimiento de todas nuestras facetas y su armonización. Detrás de la Sombra, está la esencia de lo que somos, nuestros dones más valiosos, la libertad de experimentar la totalidad y de elegir. La Sombra no es sólo lo considerado “malo” sino más bien el potencial de lo que podríamos ser y hacer. Lo divino escondido. Cuando ya cada aspecto es reconocido como facetas del mismo diamante, éste resplandece en su brillo. 

La Sombra está allí para enseñarnos y guiarnos, ya que porta eso que hemos venido a aprender en esta encarnación. Al honrarla, la ansiedad y el miedo del ocultamiento son reemplazados por la serenidad y la confianza de ser uno mismo, íntegro y poderoso. Al abrazarla, abrazamos la Vida en su totalidad.


viernes, 16 de noviembre de 2012

Buenos días chochete!



Llevo días con esta frase como meta.

Me explico.

El otro día leí una entrevista a una cantante andaluza que se llama Merche en la que explicaba la razón de uno de los títulos de su último trabajo "Luna". Tal canción la dedicaba a una señora de la que guarda un entrañable recuerdo. A la edad de 4 años, o sea, mas o menos la edad de mi hija, se cruzaba todos los días con ella y a pesar de tener que sacar adelante a 4 hijos trabajando de sol a sol, siempre tenía un "Buenos días chochete" para regalarle con sonrisa incluida.

No me identificaba con la señora, no es mi caso, afortunadamente.

Pero esta frase ha sido mi destino estos días, porque significaba recordarme no perder la sonrisa para mi hija, aunque fuera lo único que lograra hacer durante el día. Esa fuerza del amor que nos regaló también la película "La vida es bella". Me encantaría que mis hijos me recordaran como una madre sonriente, alegre y por que no? con un poco de mala leche.

Así que el otro día, buscando de nuevo el sol, saqué a pasear a todos mis yoes que andaban negociando sus respectivos protagonismos. Un poco de luz del sol, me dije yo,  les ayudará a aclararse quien debe salir haciendo mutis, quien se queda y quien, al fin, obtiene su papel protagonista.

En ese paseo me prometí que el día que alcanzara cierto (porque la vida es una tómbola) equilibrio entre mis yoes, escribiría un post titulado "Buenos días chochete" y tal como lo pensaba apareció este árbol frente a mi. Y me dije...si además le pones esta foto tan explícita al post, significará que el Yo jubiloso se ha quedado y ha negociado bien su permanencia.

En Andalucía son muy dados a practicar el "Al mal tiempo buena cara " y la verdad es que se agradece esa broma que sin querer te calienta el alma. Me alegro de vivir aquí.

Aunque a veces uno se pierde y se pregunta ¿Qué hago aquí? (Existencial y concretamente hablando)

Responde alguien ( un yo discreto, tierno pero firme)


TU QUISISTE VENIR A JUGAR 


Otro yo me ha dicho "No a todos les gusta comer tus lentejas, y menos casi todos los días"

Así que...

Quien quiera mis lentejas cuando las cocine le invito a seguirme suscribiéndose con su mail en un recuadrito muy "quequeñito" ( como dice Magdalena) en la parte derecha superior del blog o buscándome por internet cuando se le antoje.

Atentamente

Sonia Rotger Company

Ah! aviso que la canción de abajo tiene efectos secundarios




















miércoles, 14 de noviembre de 2012

Habitarse uno mismo (Belen)



De nuevo comparto un artículo al cual siempre hecho mano cuando quiero hacer balance.

Pertenece a este blog belenpdprado.wordpress.com

Creo que lo estoy logrando, es decir, habitarme...ahora solo falta tener las ganas de salir de mi y seguir el viaje a Itaca ( vaya con los cíclopes y los lestrígones..por no decir el colérico Poseidón!!)

Y espero que el próximo post sea de mi cosecha...

Venga post de Belén:

Habitarse


Habitarse para mí supone cumplir una tarea de vida, anidar intimidad en las diferentes estancias para luego salir y compartir.  Crear un entorno interior cálido al que retirarse, del que disfrutar y en el que descansar. Habitarse supone convivir en armonía con quién se es, no cargar a nadie con la obligación de cuentas o asignaturas pendientes propias, ni salpicar a otros con residuos de temas colgantes. Supone amar y gozar de todo el olor, sabor, visión y textura del interiorismo personal. Representa acompañarse de la propia soledad sin canjearla por cualquier presencia, sin venderse a cualquier postor o impostor.

Habitarse lleva consigo amadrinar los sentimientos, sean los que sean, es liberar pensamientos de interpretaciones y juicios, conlleva calibrar acciones y omisiones para mimarse.  En momentos determinados supone contar con un entorno en el que distanciarse para curar heridas e incluso proteger a quienes quieres de ti. Significa sentirse en las mejores manos, las propias, y no necesitar huir.

Habitarse en mi diccionario personal significa aprehenderse, nutrirse crecerse y mirarse en el espejo, reconocerse y a pesar de los pasares… quererse y sonreír.


Me ha costado, pero he llegado a la conclusión de que son los habitados los están listos para conjugar el verbo compartir, con los cimientos que sostienen a los habitados se puede sumar en positivo y construir cualquier proyecto con confianza, ell@s son los que están especialmente invitados a pasar por aquí.

Bienvenid@s a la aventura de esta propuesta de ”habitación”


Belén .-